Los mexicanos empiezan a consumir alcohol a los 12 años de edad en promedio. Casi el 43% de los adolescentes (12-17 años) han probado alguna vez el alcohol y, de estos, el 4.1% padecen dependencia, según datos de 2011. Todo ello a pesar de que la Ley prohíbe claramente la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

Cerveceros de México ya dio un paso al frente al lanzar, con la unidad de sus empresas cerveceras, la campaña #NoTeHagasGüey el pasado 2 de septiembre, pero se necesita el compromiso de los propios menores, el involucramiento de los padres y madres y la actitud responsable de los vendedores.

Los vendedores también deben asumir su compromiso y obligación de no vender alcohol a menores de edad, pues el cerebro y cuerpo de estos aún no están preparados para su consumo, ya que siguen en desarrollo a esas edades.

Pero además de apelar a su moralidad, hay que recordar que la Ley General de Salud establece que en ningún caso y de ninguna forma se podrán expender o suministrar bebidas alcohólicas (aquellas con una proporción de alcohol etílico entre 2 y 55% en volumen) a los menores (en México, la mayoría de edad se sitúa en los 18 años), con la finalidad de proteger tanto al menor como a la comunidad en general de los efectos nocivos de este, como el daño, los accidentes, la violencia cotidiana y la criminalidad que puede provocar su consumo inmoderado.

De acuerdo con el artículo 201 del Código Penal Federal, esta conducta se equipara al delito de corrupción de menores, lo que se sanciona con una pena de prisión de 5 a 10 años y multa de 500 a 1,000 días.

Puedes informarte de más acerca de esto aquí.

Fuente de la imagen: Facebook de Cuauhtémoc Moctezuma