Un poco de Historia (pero de la cerveza)
No se había inventado la escritura (entre el 3,000 y 4,000 a.C.) cuando ya existía la cerveza. Historiadores y arqueólogos ubican el origen de esta hace unos 10 mil o 9 mil años y señalan a Sudán (nordeste de África, al sur de Egipto) y Oriente Medio como sus primeros lugares de fabricación.
“Aunque las pruebas más evidentes de su consumo refieren el año 4,000 a.C. en Mesopotamia”, señala el libro ‘Una empresa a través de los siglos: Cervecería Moctezuma’.
Precisamente en la misma región (entre los ríos Tigris y Éufrates, en la actual Irak) donde los sumerios inventaron la escritura, solo que antes se dedicaron a cultivar la cebada –ingrediente de esta bebida junto al mosto de malta fermentado por una levadura, el lúpulo y los posibles adjuntos (almidones)- para producir cerveza o el también llamado “pan líquido”.
La cerveza pasó de ahí a Egipto, siguió su curso hacia Europa (el proceso de elaboración conocido hasta la actualidad es originario de Alemania, país tradicionalmente cervecero) y atravesó el Océano Atlántico para llegar a América, informa el libro.
Tras la conquista española llegó al ‘Nuevo Mundo’, cuenta al INAH y Conaculta la historiadora María del Carmen Reyna, coautora de ‘Historia de la cerveza en México’, donde se empezó a elaborar tras la autorización del rey Carlos V en 1,542.
Unos inicios de complicaciones y poca popularidad no hacían prever que México se convertiría en el primer lugar en exportaciones de esta bebida del mundo, regando la cerveza mexicana más de 180 países, según datos de Cerveceros de México.